Rotterdam es una ciudad situada al suroeste de los paises bajos, a 30 Km. del mar. Tiene el privilegio de contar con el Europoort, el puerto más grande de Europa y el segundo más grande del mundo después del de Singapur.
Rotterdam alberga el famoso museo Boymans-Van Beuningen, la universidad Erasmo de Rotterdam y el jardín zoológico Blijdorp, que contiene la más bella colección de aves del mundo.
Por los daños sufridos en la II Guerra Mundial, Rotterdam se ha convertido en una ciudad extraña, diferente de otras ciudades centroeuropeas cuyos centros históricos reflejan el barroco de nuestro siglo. En Rotterdam, esto no existe: la planificación de las vías, aceras y carriles para bicicletas es perfecta, todo se alcanza rápidamente tanto en coche como a pie o en bicicleta.
Es una ciudad obsesionada con la arquitectura. Puentes, bancos, farolas, termómetros… reciben un diseño arquitectónico diferente, atrevido, desafiante… moderno.
Rotterdam puede decepcionar a quien busque en ella a la hermana pequeña de Amsterdam, ya que la historia, las calles, los edificios y su ambiente no concuerdan con el estereotipo de ciudad holandesa.
Las vistas de la ciudad en la noche merecen, sin duda, la mayor admiración. Pasear por sus calles observando los dibujos formados por las luces de los rascacielos, cruzar los tres grandes puentes de la ciudad portuaria en bicicleta o pararse a respirar el aroma salado de las aguas con más poder comercial de Europa son pequeños placeres de los que no se encontrará ninguna referencia en las guías de viaje…
Rotterdam alberga el famoso museo Boymans-Van Beuningen, la universidad Erasmo de Rotterdam y el jardín zoológico Blijdorp, que contiene la más bella colección de aves del mundo.
Por los daños sufridos en la II Guerra Mundial, Rotterdam se ha convertido en una ciudad extraña, diferente de otras ciudades centroeuropeas cuyos centros históricos reflejan el barroco de nuestro siglo. En Rotterdam, esto no existe: la planificación de las vías, aceras y carriles para bicicletas es perfecta, todo se alcanza rápidamente tanto en coche como a pie o en bicicleta.
Es una ciudad obsesionada con la arquitectura. Puentes, bancos, farolas, termómetros… reciben un diseño arquitectónico diferente, atrevido, desafiante… moderno.
Rotterdam puede decepcionar a quien busque en ella a la hermana pequeña de Amsterdam, ya que la historia, las calles, los edificios y su ambiente no concuerdan con el estereotipo de ciudad holandesa.
Las vistas de la ciudad en la noche merecen, sin duda, la mayor admiración. Pasear por sus calles observando los dibujos formados por las luces de los rascacielos, cruzar los tres grandes puentes de la ciudad portuaria en bicicleta o pararse a respirar el aroma salado de las aguas con más poder comercial de Europa son pequeños placeres de los que no se encontrará ninguna referencia en las guías de viaje…